viernes, 1 de enero de 2010

Necesito

No puedo, no puedo superarlo. Llevo ya casi 4 años tratando de hacerlo, pero no puedo. Parece que todo va bien, poco a poco he ido recuperando algunas cosas, mi vida... pero ya no se parece a la vida que tenía antes. No sé si eso es bueno o malo. El último resquicio son mis estudios, sigo suspendiendo... una y otra vez. Nadie lo entiendo, y me dicen que por qué hago eso, con la media que tengo. Nadie comprende que me da pánico intentarlo y fracasar, y que vengas otra vez a burlarte de mí, a obligarme a salir de un examen sólo para decirme que soy patética, para negarme un abrazo... sigo pasando noches en vela, llorando y buscando que alguien me diga que no fue culpa mía. Me decías que era una puta, que tú para mí no eras más que una polla con patas, pero no es verdad, nunca lo fué. No te amé, pero te quería, y te respetaba. Quise ser la mejor amiga que pudieras tener, pero tengo tu risa, tu mirada de desprecio, tu cara de asco, clavadas dentro del corazón, en el centro de mi mente y de mi coño. No puedo más. Me enseñaste que no sirvo para nada, que nisiquiera necesitabas o deseabas en manera alguna acostarte conmigo. Que daba asco. Me enseñabas que no me pegabas aunque yo te lo pidiese, porque en realidad todo eran imaginaciones mías. Tú no me querías, no te gustaba, no me necesitabas, ni me deseabas. Si seguías acostándote conmigo era porque yo quería, porque yo te lo rogaba, te lo ponía fácil. Me da miedo empezar a vivir de nuevo. Me da pánico encontrarte otra vez en la boca del Metro, y correr, y volver a escuchar tu risa. Sé que eres feliz con ella, y que si antes no te interesaba nada de mí, ahora mucho menos. Sé que me tratabas muy bien cuando tratabas de conquistarme. También sé que te has burlado de mí, y les has enseñado mis fotos a todos tus amigos. Sé que soy la pija chiflada, la puta, la patética. La que no querías besar en las colas de los conciertos. Sé que preferías darme por detrás, y hacerme llorar a hacerme reir. Sé que para ti nada de lo que pasó fue grave, nada de lo que tengas que arrepentirte, nada que te quite el sueño por las noches, nada que te lleve a pensar en mí. En que me destrozaste la vida, en que me convertiste en tu puta, tu puta de mente, de cuerpo, de alma. Nunca me pusiste la mano encima, pero acabé tres veces ingresada en el hospital de La Paz, mientras te burlabas de mí por no haber ido al hospital que se indicaba en mi seguro privado. "Pija. Pija y cobarde. Apuesto a que harías cualquier cosa porque yo no contara ciertas cosas a tu familia, a tus amigos..." Lo decías con voz dulce, acariciándome el pelo. Y yo me lo creía. Me creía que estaba loca, que estaba todo en mi cabeza, que era culpa mía. Que jamás conseguiría ser médico. Y tienes razón. Al menos por ahora. Sigo llorando por las noches, hecha un ovillo en mi cama, temblando de miedo como si fueras a aparecer de un momento a otro por la puerta, como si fueras a ordenarme de nuevo que me abriera de piernas, que te suplicara que me escupieras en el sexo. Ojalá pudiera retroceder en el tiempo y decirte una sola vez "No quiero". Mis lágrimas te hacían reir, te hacían dejarme tirada. Me decías que estaba loca, que tenía muchas rayadas. Ahora tengo pesadillas casi todas las noches. Cuando duermo con amigas, en el viaje que hice este verano, ahora en las fiestas... en todas esas ocasiones alguien me ha dicho por la mañana, con cara de susto: "anoche gemías y te quejabas" "anoche tuviste pesadillas, no?" "anoche soñaste?" "anoche llorabas y gritabas" "anoche hablabas, parecía que alguien te persiguiera" Y mi respuesta. Sí, no te preocupes, me pasa desde pequeñita, debí ver algo que me im presionó mucho entonces. No quiero seguir así, no puedo. Mi novio dice que te denuncie, pero no puedo hacerlo, perdería, me humillarías otra vez, te reirías de mi ingenuidad. Me acuerdo que cuando, rara vez, aceptabas darme un abrazo, me acogías entre tus brazos, y a mí me flaqueaban las piernas, empezaba a llorar, y entonces tú, derrepente, me tirabas fuerte del pelo."Eres una ñoña. No se supone que eras una buena puta?" Y otra vez tu risa.
Déjame en paz. No puedo puedo seguir. No quiero seguir. Quiero olvidarme de ti. De lo que me enseñaste a ser, de lo que me dijiste que era. Quiero ser una chica normal, quiero volver a estudiar bien, a no tener miedo cuando algún amigo me da un abrazo, a no salir corriendo del Metro, necesito que me dejes ser alguien, que me devuelvas lo que me robaste. Ya sé que no te importo, que no te he importado nunca, pero necesito hablarte, decirte que soy una persona, no una perra, preguntarte por qué me hiciste esto. Y que no me respondas que tú jamás me hiciste nada. Necesito que te vayas de mi mente, de mis pesadillas, de mis recuerdos, de mis piernas, de mi culo, de mis labios, de mi dolor, de mi vergüenza, de mi miedo. Necesito que desaparezcas. Déjame, Por favor...

"... haber sido tu amiga, en la verdad y en la mentira, no se paga así..."

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece estúpido e idiota decirte un simple "no te preocupes" porque sé lo mucho que has sufrido.
No te acordarás de mí, tampoco quiero que lo hagas. Simplemente quédate con mis palabras, con mi apoyo y con lo bueno. No es fácil, y lo comprendo, pero lo único que te debe de importar y preocupar en este momento y siempre eres TÚ.

Ánimo, muchos besos, muchas sonrisas y mucha felicidad para ti y para siempre.
Si quieres algo puedes encontrar mi dirección de correo en mi blog.
Un saludo.

Muak.

Julieta dijo...

Mi consejo es que busques ayuda profesional, alguien que te ayude a rehacerte, hacerlo sola es muy difícil. Ánimo, ya verás como lo consigues.

Nel dijo...

Hola, María. Llevo leyéndote desde que abriste el blog y voy a ser clara. 4 años es mucho tiempo. Él ya no está en tu vida (físicamente, quiero decir), él ahora sólo tiene el poder que tu mente le quiera otorgar. Puedes perder otros 4 años más lamentándote por lo que fue o rehacer tu vida. Sé que no es tan fácil como lo pinto, pero entonces, ves a terapia para que te ayuden, deja de pensar que lo vas a encontrar en cualquier sitio, no pienses en buscarlo o en pedirle explicaciones, no merece ni una sola palabra ni lágrima tuya, tan sólo la indiferencia, mátalo en tu mente y si lo vuelves a encontrar, ignóralo como si estuviese muerto. Tienes que matarlo en tu mente, no dejes que te siga haciendo daño tantos años después. Él te hizo mucho daño, pero estamos hablado del pasado, ya te ha hecho bastante, ¿no? Ahora, ¿por qué te lo haces tú misma? ¿Por qué no te das la oportunidad de pasar página y seguir hacia adelante?
Ahora él ya no está ahí, ¿Por qué sigues trayéndolo a tu vida con tus pensamientos?

Busca ayuda o haz lo que haga falta, pero pasa página.

Siento haber sido tan dura y clara, pero es que esto te está haciendo demasiado daño y me apena ver cómo vas tirando tu futuro, tu vida entera a la basura por un miserable que ya debería estar borrado de tu vida y de tus recuerdos...

Muchos ánimos.