viernes, 5 de septiembre de 2008

A veces me siento rara, vacía... como si quisiera gritar y no pudiera, o no quisiera en el fondo... no sé cómo explicarlo. A veces siento que necesito que alguien me arrastre a una catársis, me siento como anestesiada, pero sabiendo que alguien con buen hacer podría provocar la explosión en cualquier momento. Es como si periódicamente necesitara ese estallido emocional. Y hoy es una de esas noches. No sé por qué ocurre. Siento, de rrepente, que hay demasiada y demasiada poca gente a mi alrededor. Siento que necesito contar algo, llorar algo, descargar, gritar o romper algo, pero con la persona adecuada. Soy un ser social y asocial al mismo tiempo. No me gusta la gente, la gente en general. Me desagrada. Me suelen parecer mediocres (claro, la mayoría es mediocre, si no, no sería la mayoría; y tampoco habría excepciones, ni gente que me gustase.) o vacíos, o sosos, o ignorantes, o cobardes, o de visión limitada, o todo al mismo tiempo. Algunas veces al año me da la sociopatía, de modo que no soporto a gente que no conozco a mi alrededor. Por otra parte, mi "poder" es débil, porque depende de la gente que sí conozco. Yo, aunque nunca se lo admitiría a ellos, dependo de esa gente que sí pueden considerarse amigos. Todo lo que yo sé, conozco, y puedo hacer o resolver, depende de la gente que yo he ido poniendo en puntos estratégicos de mi vida y de este país a lo largo de los últimos 7 años. Puede sonar exagerado, loco, irracional, o algún otro adjetivo similar; sobre todo teniendo en cuenta la situación a la que llegué y que dio origen a este blog. Por eso fue más humillante aún. Para mí. Yo sabía que estaba consintiendo directa e indirectamente todo eso, porque podría haber pedido que me protegieran. Yo sabía que podía hacer una llamada y decir, simplemente "Sácame de aquí", como hice meses más tarde. De hecho, no sólo no hice nada: hice la llamada contraria, varias veces. No le hagas nada, no le digas nada, no vengas, no me llames, no me digas nada, no hagas nada, no se lo digas a nadie, no me saques de aquí... "Estoy bien". Aparte de cuidarme mucho de que, aquellos que de verdad siguen adelante para sacarte de una mala situación digas lo que digas tú, no tuvieran ni el más mínimo indicio de lo que estaba pasando. Pero la gente que me rodea suele confiar en mí ciegamente. Y eso jugó en mi contra. Aparte de los amigos superficiales, que me dieron la espalda, estaban los que me hacían caso casi a ciegas, por lo tanto, si yo les decía, pedía o requería que no hicieran nada, que no lo estropearan, que no se lo dijeran a nadie, o que no era lo que parecía, ellos me creían. estaban allí siempre, por si les necesitaba, pero no intervenían, porque así se lo había pedido yo. En cuanto a los amigos de verdad, los de mayor confianza, yo les alejé de mí para que no vieran nada, para que no pudieran hacer nada por no saber nada, por no tener acceso a mí. Elegí estar sola en esto. Hasta que no pude más. Él siempre me decía que yo me creía una princesa, que siempre me habían hecho creer que lo mereceía todo. Que me habían prestado demasiada antención. Y que yo y mis "amiguitos" jugábamos a ser un ejército. Un ejército que yo paralizaba en su contra. A él le gustaba reirse de mí. Decirme que yo lo había tenido todo, pero que sin él no era nada, por tanto, él tenía todo el poder sobre mí, y sobre todo lo que yo tenía, sabía, o podía hacer.
En fin... no sé si he llegado a contar algo coherente.... de momento, en una de esas noches, me ha hecho bien escribir un poco.
Sólo quiero que alguien me ayude a gritar.

8 comentarios:

Forgiven Princess dijo...

Entonces... ¿Gritamos juntas?

Manu dijo...

¿Quieres gritar con alguien?

Bien, lo ideal seria alguien que formase parte de tu vida que supiese todo esto, solo tienes que irte a algún sitio donde no vayas a molestar y como en los ejercicios de confianza, cierres los ojos con esa persona abrazándote detrás tuya y grites, patalees y sueltes todo lo que tengas que soltar, el objetivo de que esa persona esté ahí detrás tuya es sencillo : darte el calor que necesitas después de quedarte "vacía" de todo lo que sueltas con ese grito ;)

Un beso

Pd. yo lo hacia solo y conduciendo a toda ostia a altas horas de la madrugada xD

Princesa Hinamori dijo...

"Cuando los pacíficos pierden toda esperanza, los violentos encuentran motivo para disparar." Harold Wilson

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Estoy leyendo tus entradas.
Me dejas casi sin poder decir nada, solo que grito contigo.
besicos

Viki dijo...

Si gritas a solas nadie te escucha...

Forgiven Princess dijo...

¿Todo bien?

Tienes un meme en mi blog.

Besos!

Princesa Hinamori dijo...

"El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia."
Henry Ford

Un abrazo!!!

Nel dijo...

Hola, preciosa, disculpas mil por mi ausencia, pero he tenido algunos problemas de salud y el tiempo y las fuerzas han sido escasos...

Me he puesto al día con las entradas que no había leído. En algún que otro momento a mí también me han dado ganas de gritar junto a ti, por ti.
No necesitas a nadie para gritar, para ser tú misma y gritar a los cuatro vientos que eres como eres y punto, y que nadie tiene porqué domarte o hacer de ti alguien que no eres. Tú eres quien eres, y quien te tenga que querer de verdad, te aceptará así, no intentará que seas otra persona.

Desde tu blog ya ves que tod@s gritamos contigo. Por las injusticias de aquellos que se creen dueños de otras vidas.
Grita fuerte y reclama lo que es tuyo, reclama tu libertad tanto física como interior, y reclama el derecho a ser TÚ: una mujer libre.

No me olvido de ti. Un abrazo muy grande.